IMPONER LÍMITES Y NORMAS CLAVES PARA UNA CRIANZA ÓPTIMA
Muchos padres quisieran saber el secreto para tener unos hijos bien disciplinados, afectuosos, responsables y obedientes. Algunos creen que esto tiene que ver con una lotería, sobre todo, en este tiempo, en que los hijos adolescentes dan más de un dolor de cabeza por su apatía, alejamiento familiar e hipnotismo con los medios electrónicos. No se trata de suerte sino de la buena crianza que hayas podido hacer durante la etapa de la infancia.
De la edad de ocho años en adelante, existirán muchas variables externas que determinarán la conducta de los adolescentes. Si de cero a 8 años tenemos bien implementados los límites y normas en casa, y hemos alimentado correctamente la autoestima de los hijos y los hemos educado bajo el amor, ellos van a estar tan fuertes emocionalmente que en la adolescencia esas variables externas no les van a afectar. Es más, las adversidades ellos las podrán manejar con madurez.
Por eso es tan importante la labor de los padres en la primera infancia. Si queremos prevenir problemas en la adolescencia, esta etapa es clave. ¿Cómo establecer disciplina en mi hogar? Obando explica que hay algo que se llama la constitución del hogar, que incluye 10 cláusulas, entre ellas, por ejemplo, sacar la basura todos los martes, poner la mesa, recoger las cosas personales de la habitación, etc.
Esta constitución es como la ley mayor de una familia y es la que regirá siempre la casa, sí o sí. Así los hijos sabrán qué tienen que hacer sin que la mamá esté gritando. Todos los miembros de la familia saben que estas reglas existen y que se deben cumplir sin excusas.
Como padres debemos ser personas que ellos admiren porque los niños aprenden de nosotros. Lo que ven en nosotros ellos lo harán. Si queremos prevenir problemas en la adolescencia, lo que hagamos como padres en la primera infancia es clave. Hasta los ocho años tenemos el control total de nuestros hijos.