PIÉNSALO: ¿TE QUIERES REALMENTE O NO?
Quiero empezar preguntándote:
✔️ ¿Te detienes en algún momento de tu día a decirte cuanto valoras tu propio esfuerzo
✔️ ¿Admiras más a los demás que a ti mismo?
✔️ ¿Cuándo vas a emprender algo lo haces con temor, y pones tu energía en los demás y no en ti?
✔️Te auto-saboteas, utilizando frases como: bruto (a), no seré capaz, eso no está hecho para mí, los demás tienen mucha suerte, el éxito en los otros se debe a que nacieron con estrella, etc.
Bueno, constantemente algunas personas realizan lo anteriormente mencionado. La buena noticia es que a partir de hoy puedes empezar a poner vendas en tu corazón y amarte tanto que pondrás freno a las lesiones.
¿Sabías que tu mente se conforma de todos tus pensamientos? Es decir, de la realidad que interpretas, si, así como lo lees, de lo que tú interpretas, esto se debe a todo lo que has vivido, a tus valores, tus creencias, tus patrones de crianza y los significados que le das a tus vivencias, así que si no puedes cambiar lo que sucede afuera como el clima, la política, algunos problemas y demás.
Si puedes modificar la manera en cómo interpretas lo que vives, por ejemplo, si el día esta lluvioso, y ese mismo día se te hizo complicado llegar a tiempo al trabajo.
Tienes dos opciones: tranquilizarte, asumir lo que sucedió y continuar el día, o desestabilizarte llegar predispuesto a discutir y decirte que es uno de tus peores días. Las dos opciones te llevan a un estado, lo curioso es que siempre queremos que las cosas nos salgan bien, pero si optamos por la segunda opción, los resultados que vamos a tener son los peores, así que es importante que te preguntes, ¿Soy coherente en lo que quiero para mí y en lo que hago conmigo? No manejar tus emociones implica una alteración bioquímica que te generará estrés y un círculo vicioso orientado a lastimarte. Ahora: ¿Qué sucede cuando despiertas y lo primero que te dices es, “vamos a ver qué pasa hoy, que pereza empezar el día, ojalá pase rápido el tiempo”? Si utilizas ese discurso estas pidiendo bofetadas y créeme eso será lo que te llegará.
Nuestro cerebro está programado para obedecernos y generalmente cuando decimos algo acompañado de una fuerte emoción, y muy seguramente esto se verá reflejado en lo que te sucede. Ser amables con nosotros mismos y valorarnos no tiene nada que ver con no ser realistas, más bien, tiene que ver con tu actitud y tu disposición para vivir y no para sobrevivir.
Pensamiento, actitud y conducta
¿Sabías que tus gestos son interpretados por tu cerebro y te hace sentir de esa manera? Por ejemplo, si sonríes, así no haya un estímulo real, el cerebro automáticamente piensa que tú estás contento, así que este realmente te lleva a ese estado. Suena extraño, pero te invito a que lo pruebes durante una semana y vas a sentir como tu estado de ánimo esta mejor.
La importancia de agradecer
¿Qué sucedería si cada mañana agradeces por tu vida y por lo maravilloso que eres? Si agradeces lo que tienes tu cerebro se centrará en lo que hay, no en lo que no hay, así que hazte un favor y valora las cosas que tienes y quién eres, esto te ayudará además a asumir tus errores y consecuencias, recuerda que al asumir tus responsabilidades lograrás darles solución mientras que, si te centras en atribuir la culpa a los demás, ellos no solucionarán tus cosas por ti.
¡Neuronas espejo, maravillas del cerebro!
Sin duda alguna el ánimo es contagioso, de ahí la importancia de que nuestra actitud sea adecuada. Las maravillosas neuronas espejo, nos ayudan a incrementar la empatía y a sentir lo que los demás están sintiendo, esto es lo que sucede cuando vemos una película sentimental y lloramos viendo a los actores llorar o cuando nos reímos al observar que alguien se ríe a carcajadas. Por este motivo, el ambiente en el que te desarrollas no depende exclusivamente de los que te rodean sino también de ti mismo. Decide que emociones quieres contagiar y en qué ambiente decides estar.
Practicando lo anterior constantemente podrás empezar a obtener metas de una manera más amena y a disfrutar de lo maravillosa que es la vida. ¿Te atreves a dar el primer paso y quererte realmente?
Este es tu momento, no te desgastes en buscar en otros la mejora. Mejora tú mismo y se consciente de que puedes crear tu futuro.